viernes, 18 de septiembre de 2009

::TWO BAD::

Nombre: Two Bad.
Línea de juguetes: Vintage Motu.
Conservación: 8 sobre 10.
Categoría: Muñeco.
Rango: Original.
Complementos: Originales.
Año de fabricación: 1984.
Lugar de fabricación: Estados Unidos.
Empresa fabricante: Mattel.
Estado: Loose.
Notas: Cabezas duras. Figura completa.
Acción: Movimiento de cintura por muelle interno. Movimiento de brazos por muelle interno.


¡Ala! ¡Otro muñeco molón de la colección de mi hermano! ¿No ves que era el quien tenía los muñecos más chulos? ¡Y claro, por mucho que me gustase no iba a comprarme yo otro Two Bad!

En todo caso era un integrante más del ejército de tu tío; lo que pasa es que si Two Bad lanzaba un puñetazo con los resortes de la cintura y brazos (vaya golpe tenía que ser, ¿Eh?), como fallase el golpe se metía una torta a sí mismo, pero en la cara contraria al brazo que soltaba el “remazo”. Eso hacía que el muñeco fuese uno de los combatientes más peligrosos para sus propias huestes.

Y divertido si que era ver cómo se pegaba; parecían Laurel y Hardy en versión monstruo.


::SKELETOR DRAGON BLASTER::

Nombre: Dragon Blaster Skeletor.
Línea de juguetes: Vintage Motu.
Conservación: 7 sobre 10.
Categoría: Muñeco.
Rango: Original.
Complementos: Originales.
Año de fabricación: 1984.
Lugar de fabricación: Taiwan.
Empresa fabricante: Mattel.
Estado: Loose.
Notas: Cabeza blanda. Figura completa.
Acción: Movimiento de cintura por muelle interno. Expulsa agua por la boca del dragón, previo llenado del depósito de agua alojado en su espalda.


Este me lo compré yo solito ahorrando lo que podía; y es que recuerdo perfectamente cuando (como cada día después de las clases de la mañana), pasando por delante de la tienda Mattel de la calle de la Rosa, en Santiago de Compostela, me fijé en el muñeco del escaparate. Entré, lo observé con más detenimiento (aún no había oído hablar de él) y miré el precio.

A partir de entonces el viejo Skeletor pasó a ser suplente en las batallas contra las huestes de tu tío, dejando paso a un nuevo y mejorado Skeletor.

¡Ah! Y por cierto: fue el mejor regalo que un niño podía hacerse a sí mismo, porque tu tito Berto y yo llenábamos su depósito con colonia, poníamos un mechero delante de la boca del dragón, y aquel mismo monstruo subido a la chepa de su jefe comenzó a hacer honor a su nombre.